Psicología infanto-juvenil

Desde la psicología infantil-juvenil, se aborda el estudio y tratamiento de los problemas psicológicos y del neurodesarrollo de niños/as desde el nacimiento, hasta la adolescencia. En este análisis, el especialista tratará los fenómenos y las irregularidades del desarrollo del niño/a. Esta rama de la psicología se centra en la evolución de los aspectos cognitivos, perceptivos, emocionales, afectivos y sociales.

El psicólogo infantil es experto en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de las dificultades del niño/a, con el fin de entender y explicar su desarrollo y comportamiento; para ello utilizan terapias, tanto individuales como colectivas, que ayudan a diagnosticar y tratar problemas sociales, emocionales, afectivos y de aprendizaje, que puedan presentarse en el niño/a.

Entre nuestras especialidades, destacan:

  • Miedos/Fobias específicas. En las fobias específicas se da un miedo intenso y persistente que es excesivo o irracional, y es desencadenado por la presencia o anticipación de objetos o situaciones específicas.
  • Divorcio de los progenitores. El divorcio de los padres provoca en el menor un impacto emocional, que puede producir diferentes actitudes que afecten a distintos ámbitos de su alrededor: sociabilidad, autoestima, estudio, comportamiento, etc.
  • Celos infantiles. Reacción adaptativa transitoria del niño, conformada por una alteración emocional y conductual, como respuesta a un desequilibrio en la dinámica afectiva familiar hasta ese momento establecida.
  • Conducta disruptiva. Aquella forma de comportamiento donde existe incumplimiento de normas y límites dadas o establecidos por las figuras de autoridad, así como falta de respeto hacia las reglas sociales y hacia los demás.
  • Duelo. Proceso normal que se experimenta tras una pérdida de cualquier índole.
  • Autoestima. Creencias y valores que el niño/a tiene acerca de quién es, de sus habilidades, recursos y potencialidades.
  • Trastorno del Espectro del Autismo. Es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado principalmente por dificultades en la interacción social, en la comunicación y lenguaje y con patrones estereotipados de conducta.
  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por niveles de impulsividad, actividad y atención no adecuados a la edad de desarrollo y/o situación en la que se encuentra la persona.
  • Depresión infantil-juvenil: Es un trastorno que se caracteriza por una alteración en el estado de ánimo del menor, cuyos síntomas principales son: estado de ánimo irritable o triste y, pérdida de interés o placer en actividades que anteriormente lo producían.

ALEXANDRA GARCÍA DOMÍNGUEZ